…tan
nocturna,
mi
mano huele a ti,
a
tu cabello,
por
acariciarlo, tal vez.
Y
en esta noche cuya luna
brilla
más que el sol
de
mis últimos días,
debo
decir
que
te anhelo.
Que
te anhelo,
debo
sentir,
en
mis últimos días.
Y
que el brillo de un sol
que
nunca nacerá en mí,
será
la sombra del quizás,
de
lo corto y de lo bello,
del
aliento de una luna,
en esta noche tan
absurda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario